''Vosotros no estáis hechos para el negocio, no sabéis dominar vuestros sentimientos. Un pirata tiene que pensar solamente en la horca para evitarla; y en el dinero para cogerlo a manos llenas. Nosotros somos auténticos caballeros de la diosa Fortuna mientras que vosotros sois unos improvisados caballeretes de fortuna…Vosotros tenéis por divisa la libertad; nosotros una moneda de oro.''-Capitán Flint.
Hoy comentamos una novela de aventuras a la vieja usanza: Antoine, mozo de posada de un pequeño pueblo al sur de Francia, se ve injustamente condenado por el asesinato de su novia y, cuando logra evadirse de la justicia, el casual encuentro con el capitán Flint va a hacer de él un valiente marino a la búsqueda de fortuna y libertad. Un motín a bordo, provocado por la presencia de una bella mujer, le llevará hasta una solitaria isla en la que se oculta un valioso tesoro.
Podríamos dividir la novela en tres partes: Una primera inspirada claramente en La Isla del Tesoro (Hacen su aparición el viejo barco de Flint ''Walrus'' y conocidos truhanes como Israel Hands, George Merry o Perro Negro); una segunda inspirada en Robinson Crusoe y una tercera al estilo de los piratas gentilhombres de Emilio Salgari o Rafael Sabatini.
Se lee casi de una tacada y cumple con la tarea de entretener y hacer volar la cabeza un rato, quizá se echan de menos una terminología naval un poco más técnica y un poco más de originalidad a la hora de incluir a personajes como Flint y su cuadrilla, a los cuales deberían haber dado un poco más de cancha...
No perdáis el tiempo buscándolo en librerías, si tenéis suerte lo hallaréis en la biblioteca más cercana y sino he oído por ahí que si ponéis el título en google entrecomillado os sale escrito.
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