Se lo dije a mucha gente, y nadie me hacía caso. Advertí que pasaría, si Disney compraba LucasArts tenía patente de corso para borrar el legado de Monkey Island y por tanto nadie podría decir que sus Piratas del Caribe les plagiaban en demasiadas cosas.
Más tarde que pronto, llegó la noticia. "Lucas Arts cerrada por Disney. Los videojuegos de Star Wars que aún estaban en el horno jamás verán la luz. 150 personas se van al paro por una decisión directiva."
Recuerdo que todo el mundo hacía chistes sobre Disney adaptando Star Wars a su manera. Bueno, desde mi punto de vista, y alejado de mi visión pirata habitual, diré que tengo miedo sobre el futuro del entretenimiento audiovisual. Mucho miedo.
En el año 2015, Disney estrenará:
-El episodio VII de Star Wars, que les reportará exorbitantes beneficios ya sea por curiosos o auténticos fanáticos de la saga.
-Piratas del Caribe 5, que si consideramos que la cuarta entrega, siendo la peor con diferencia, pasó la frontera del billón de dólares, la quinta sin duda rozará una suma sino igual considerable por su tamaño.
-La secuela de Los Vengadores, cuya primera parte fue considerada la película de superhéroes más taquillera de la historia.
-Finding Dory, secuela de Buscando a Nemo.
Buscad las recaudaciones de las anteriores entregas de cada una de esas películas y luego sumad. Tal vez esté divagando, pero creo que la compañía Disney va a acumular demasiado poder de una sola vez.
Aunque, tal vez fuera mejor así. De este modo, Guybrush Threepwood, LeChuck, Elaine Marley, Murray la Calavera, la Señora Vudú, Stan, Largo LaGrande, el Pollo Diablo, Herman Toothrot y el resto de chiflados que habitaban el Caribe de Monkey Island no tengan que pasar por la humillación de ser cambiados a un estilo de humor y estética que no es suyo. Siempre seguirán ahí sus aventuras, por mucho que haya cerrado LucasArts nada podrá evitar que en las tabernas de todo el mundo, gamers y piratas brinden con una jarra de Grog del Bar Scumm™ a la salud del Capitán Guybrush Threepwood, bravo pirata. Pueden acabar con el hombre, pero no con la leyenda. Y sino, preguntad al viejo LeChuck.
Es un palo, como dices, para la generación que hemos crecido con Threepwood (y con otras aventuras de Lucasarts como el Indy and the fate of Atlantis). El año pasado me compré precisamente esa edición especial con el Monkey 1 y 2, así siempre podré atesorar uno de los juegos más maravillosos de la industria lúdica.
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