27 agosto 2012

"Barracuda. Tomo 1: Esclavos."- Dufaux y Jeremy

Tras una temporada en el dique seco (Vida veraniega y esas cosas) he decidido volver por la puerta grande, y qué mejor manera para empezar con buen pie que reseñando una de las series de cómics de piratas que más revuelo está causando éstos días: "Barracuda"
"Barracuda" se presenta como una novedad dentro del género, al enfocar las aventuras a la tierra firme (Al más puro estilo "Deadwood") y al trastear con los personajes para hacerlos distintos a los héroes habituales de esta clase de aventuras. Por supuesto estas decisiones tienen sus pros y sus contras.
Para empezar, la batalla que abre el primer tomo no me convence en absoluto. El barco de los piratas que da título a la serie no sólo recuerda sospechosamente a la "Perla Negra" sino que además es incluso más alto que el galeón español al que persigue. Asimismo el personaje de Raffy, hijo del capitán Blackdog, me ha recordado al Conan niño que aparece en el horrible remake de 2011. Ver a un crío como él con los ojos inyectados en sangre mientras da saltos  por cubierta decapitando enemigos resulta tan decepcionante o molesto como que el otro protagonista sea un jovencito afeminado al que no le moleste llevar vestidos o que a la protagonista femenina, una niña española, se la muestre siendo azotada y desnudada públicamente...No me consideréis un purista ni un meapilas, no digo que eso no sea original, pero no me siento identificado con estos protagonistas, no consigo meterme en la piel de ninguno de ellos.
Salvando ese detalle, este primer tomo nos permite conocer el escenario de futuros capítulos, Puerto Blanco. Hogar de piratas, fulanas y mercaderes de esclavos, regido por una guapa gobernadora pelirroja que recuerda a la Elaine Marley de Monkey Island y en el que viven personajes pintorescos e interesantes como el pérfido negrero Ferrango; la extraña adivina de ojos de cocodrilo, la señora Si-no; o el Señor Flynn, que hace honor a su apellido (y al bigotillo de rigor) vistiendo chapeo de ala ancha, botas altas, capa roja y estoque al cinto.
Quizá lo mejor de este primer tomo sea esa impresionante escena del esclavo ahorcado con un ilustrativo cartel colgado del cuello y un montón de gusanos arrastrandose en sus zapatos...
En resumen, un primer tomo aceptable que rompe el hielo para futuras entregas que prometen más que su predecesora. Norma Editorial se ha hecho eco del furor que este cómic causó en Francia y se ha puesto las pilas a la hora de publicar en un mismo año los dos primeros tomos, así que no tendremos problemas de continuidad a la hora de seguir esta serie. Añado a la lista de blogs el sitio del dibujante, Jeremy, quien está al parecer dando puntadas al tercer álbum de la serie.

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